He soñado que subía a la luna a lomos de mis palabras escritas. Qué leía y escribía tanto, que tenía tantos lectores que me quería bien, que era capaz de volar sin alas. He soñado que las palabras fluían solas en el silencio de la noche, que tenía tiempo para dejar la inspiración volar, que lo que escribía tenía sentido para alguien y que daba sentido a otro alguien.
De ilusiones se vive, repetía incansable la abuela, sin parar, mientras fregoteaba aquí y allá. Es un poco triste la frase hecha, como si las ilusiones siempre quedarán en el tarro de los deseos inalcanzables.
Yo prefiero pensar que hay casos como los de @betacoqueta, que se lanzan al mundo a autopublicar en Amazon sin paracaídas y acaban siendo súperventas.
Llevo ya 6 meses escribiendo cada día por aquí, 176 entradas, unas modestas 4.000 visitas que os agradezco «mil» una a una. Seguimos con el reto: un #hayqueserpositivo diario. Porque… He soñado que subía a la luna a lomos de mis palabras escritas.