La poesía es vida

Hoy he reconectado de bruces con un yo anterior, hoy he leído una selección de poesía que hice en otra vida, cuando no corría, cuando tenía tiempo de perder el tiempo en cosas tan imprescindibles cómo descubrir poemas. 

Hubo una época que leía poesía. No me atrevía a escribirla y lo poco que pusiera en forma de versos no osaba llamarlo poema, pero sí me abstraía en mis momentos de plácida soledad leyendo poesía mientras de fondo sonaba Entre Dos Aguas, Morcheeba, Para Elisa o Vivaldi. Leía poesía y hacía mis propias selecciones de poemas. Para mí, para ese alguien, para regalar, para firmar mis correos electrónicos. 

Esta mañana me he dado de bruces con esa estantería que cada día está en el mismo lugar, con los libros de poesía cociendo polvo, decorando de recuerdos el hogar. Creo que mi torpeza me está diciendo algo: vuelve a leer poesía, porque la poesía es vida. Regresa a la pausa, las metáforas, la lengua reflexiva y con cadencia. Reconecta con un tiempo más pausado… He cogido al vuelo una de mis selecciones… Han sido diez minutos de autobús, pero qué gozo…

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 

(..)

La noche vuelve secreta

a tantear mi cuerpo, 

(..)

Soy la amante

Que estrenas,

La nueva, la eterna,

(…)

Ahuyentemos el tiempo, amor,

Que ya no exista;

(…)

No te quedes sin labios,

No te duermas sin sueño,

No te pienses sin sangre,

No te juzgues sin tiempo,

(…)

Te dejo frente al mar

Descifrándote sola

Sin mi pregunta a ciegas

Sin mi respuesta rota

(…) 

Y Neruda, Orietta Lozano, Gioconda Belli, Carilda Oliver, Verónica Volkov, Renata Durán o Mario Benedetti y su poesía me acompañan hasta la puerta del trabajo… Ya puedes empezar bien el día. 

La poesía es vida
La poesía es vida



Una respuesta a “La poesía es vida

Deja un comentario