De expectativas heredadas, propias o impuestas… Mucho cuidado que pesan.

✨EXPECTATIVAS✨ Dícese de la esperanza o posibilidad de conseguir una cosa.
“¿Qué quieres ser de mayor?”. Escritora, cuentista, antropóloga poeta y filósofa en viaje humanitario por el mundo, quizá doctora trotamundos en la India con un sari (pero sin vísceras), mejor psicóloga, no, no, mucho mejor sexóloga…

“¿Ya tienes novio?”. Y te enfrascas en novelas rosas con picante. Quieres encontrar un príncipe divertido que no sea engreído, que te trate como a su reina y te colme y te mime y te regale el oído y te sirva caricias y besos en bandeja, pero sin pasarse, con la medida justa de amor y respeto y libertad y espacio propio y momentos compartidos y sueños conjuntos.

“¿Y no quieres hijos? ¿No quieres la parejita?”. Y sí, pero sin que te cambie el cuerpo y la vida como si le hubieran dado la vuelta al calcetín. Que sigas siendo amiga, amante, atractiva, deseable, trabajadora implicada sin hijos y madre amantísima como sin trabajo con culo y tetas de venteañera despreocupada.

Y así encadenas sueños mientras la vida se da de bruces contigo y con tus expectativas. Las expectativas que te dijeron, te mostraron, leíste, escuchaste y malentendiste, te dijeron (sin contarte la letra pequeña del contrato ni las renuncias que conllevaban), te transmitieron, heredaste, compartiste con amigas, lo decían las revistas y hasta los anuncios y solo te faltaban las redes sociales.

Las expectativas pesan. Mucho. También ayudan a empujar y seguir y conseguir, pero sobre todo, pesan, mucho. Y ni siquiera eres consciente hasta que te encallas. Ni siquiera sabes ya cuales son deseos propios y cuáles sueños que te han ido colgando con etiquetas que te hunden. En algún punto tienes que pararte en seco en medio del camino y pensar seriamente, “¿es esto lo que quiero, ahora, yo? ¿Seguro que no es un sueño antiguo? ¿Un mandato heredado? ¿Un siempre-ha-sido-así?”. Y las expectativas me han pillado hoy trabajando. Ni escribiendo un cuento ni de excursión con la familia para que nos dé el aire ni de viaje mochilero por el mundo ni disfrutando del sol ni en el gimnasio cambiando el cuerpo. Me ha pillado trabajando y con conversaciones intensas rebotando. PESAN, MUCHO.

Lista de música

Deja un comentario