Quieres ser feliz hoy? Construye algo bonito, sí, hoy. Puede ser un trabajo bien hecho, una ensalada con pipas y flores, un ramo de flores silvestres, un poema o una carta manuscrita, o una simple casa de tela y juegos.
Construye algo bonito y sonríe ante tu obra antes de dejarla ir. Porque debe ser algo perecedero, que caduque, de quita y pon. Algo sencillo que desaparezca en lo físico y te deje un recuerdo algo más indeleble (ya sabemos que los recuerdos se desdibujan y colorean por los rebordes, pero así son bonitos).
Yo construyo casas de pareos y colores con mis hijos. Un espacio de sillas, pinzas y transparencias donde corre bien el aire, los juegos, la paz y las ideas. Un espacio que me recuerda mi propia infancia, entre campo, playa y mercadillos. Una casa que hace felices a mis hijos porque ellos también construyen, admiran su obra, la disfrutan. Y porque es algo muy nuestro, de los tres. Una casa en la que uno se sosiega y descansa y disfruta del martes aunque sea un día cualquiera y no sea viernes. O
es que solo construyes en las grandes ocasiones? Espero que de adultos mis hijos recuerden lo importante que es construir, en general, sin destruir, sin arrasar, solo construir.Construye algo bonito y siente cómo se te aligera el alma. Y respira. Que respirar es muy importante y con tanto trajín lo hacemos demasiado automáticamente.
Dime, qué has construido hoy?
Yo sin duda soy de construir ramos pero nunca he hecho una casa de pareos y sé de uno que daría su visto bueno
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