Las personas favoritas están ahí, en tu círculo, para acompañarte en el camino. ¿No dicen que la felicidad está en disfrutar de cada paso de la ruta más que en la celebración de la propia meta? Pues para disfrutar de tus pasos es necesario que escojas bien tus personas favoritas.
Una persona favorita debería ser una persona bonita.
Debería acompañarte de verdad, con los oídos y con la mirada, y no sólo con los pasos.
Debería ir contigo se bifurquen o no las vidas y las intenciones, porque a pesar de estar físicamente lejos,hay muchos modos de estar cerca.
Debería animarte más que desalentarte.
Debería saber estar en silencio, contigo.
Debería saber bailar a tu ritmo, y tú al suyo.
Una persona favorita debería cogerte de la mano para cruzar ciénagas de miedos y darte un buen empujón hacia tu futuro si tus pesadillas te tienen inmovilizado.
Una persona favorita te quiere, sin más. Y tú la quieres, sin menos.
Una persona favorita te devuelve un reflejo amable de quién eres, para que te quieras como ella te quiere. Pero no es un alado falaz, lo que te ofrece. Te ofrece sinceridad cariñosa. Y si lo haces mal, te lo dice. Y si te equivocas, lo acepta, pero te lo dice. Y si te atascas, estira.
Una persona favorita es importante y por eso debes escogerlas muy bien. Guárdalas, cuídalas, diles que son personas favoritas porque las quieres, por bonitas. Guarda tus personas favoritas: Porque la felicidad te va en ello.
Hay que ser POSITIVO 
2 respuestas a “Las personas favoritas”