
Día 27… Hoy me ha hecho feliz comer fresas. A mordiscos. Con naranja. Bajo el sol.
Parecerá una tontería, pero la felicidad se nutre de pequeños momentos de placer que somos capaces de identificar y aislar. De valorar.
En su diario de felicidad, los mellizos ponen niveles de 8, 9 y 10 sobre 10 con cosas como «hoy me ha hecho feliz desayunar» o «porque he jugado dos horas a la consola» y me he dicho que porqué iba a ser yo menos.

Podría hablaros de la enésima discusión por unos deberes hechos rápido, de los malentendidos, de los bufidos y quejas del día… Podría decirnos que leyendo la prensa de ayer de gente que se va de vacaciones a la playa durante este periodo, me moría de rabia… Pero… Mejor os hablo de los abrazos apretados, los «perdona», los besos de reconciliación. De la compra que se ha esforzado en hacer mi marido, que es quien sale, y de cómo ha pensado en mí y me ha traído una bandeja de sushi, y una caja de fresas.
Así que, en este cansado día de la marmota del encierro (me noto agotada y con dolores de cabeza permanentes) me he dicho que… Hoy me ha hecho feliz comer fresas. Que saben a primavera. Huelen a sol. Tienen el color de los labios que desean. Y se funden, poco a poco, en un bocado delicioso.

¿Y a ti, que te ha hecho feliz hoy? .
Un te quiero de mi pequeña. Hemos estado jugando y tras terminar una larga jornada y a punto de irnos para arriba a la cama, ha soltado: te quiero, mamá. Te quiero, papá. Y ha venido a darnos un abrazo.
Eso ya.. sonrisa para el resto de la noche.
Besotes
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Es increíble cuando dicen esas palabras con toda su sinceridad 😍😍😍
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