Hay que ser POSITIVO

El plano… Qué importante es el dónde. Dónde te colocas, dónde se sitúa la cámara, dónde la mirada… Según el plano te verás de un modo u otro, y en realidad, eres la misma persona, pero desde un ángulo distinto.

Parece que hablo solo de fotografías, pero no solo. La vida misma tiene diferentes planos desde los que interpretar la realidad.

Por ejemplo… No me da vergüenza admitirlo… Hablemos del síndrome premenstrual (que sí, existe, aunque no afecta a todas las mujeres menstruantes ni a todas por igual). Hay días que me levanto desasosegada, con una especie de nudo en el cuerpo y un resorte atento a saltar a la mínima de cambio. No es cuento, no es invento, es una sensación que te acompaña y que intentas controlar. Pero en cualquier momento, sin previo aviso, una frase, un imagen, cualquier cosa, te va a hacer llorar. O reír. O te vas a indignar. O todo junto y revuelto o en olas sucesivas. Es agotador.

Pues el síndrome premenstrual es un plano concreto desde el que interpretas tu día. Y suele ser bastante desfavorecedor. Pero luego un día tus equilibrios hormonales cambian y sales a comerte el mundo.

Hay otros planos. El optimismo. La tristeza. El estrés. La autocrítica. La autocomplacencia… Y todo está bien si eres capaz de reconocer que no siempre la realidad es 100% como la interpretas. A veces es distinta para el interlocutor que te miras desde otro plano distinto.

Llámale empatía.
Llámale ponerse en el plano del otro.

Ayer le decía a una amiga que hace tiempo que no hago fotos de cuerpo entero… El dichoso plano desde el que me miro es algo cruel con esa mirada. Pero hay que salirse de la zona de confort. Nada como un buen síndrome premenstrual tratado a golpe de pintalabios rojo y una foto desde arriba. Todo es cuestión del plano desde el que se mira.