Yo no quiero ser perfecta.

No podría.

Y en el intento me perdería en culpas y reproches.

Me hundiría en una búsqueda absurda de la que no podría salir ni a nado ni a remo, pataleando en un mar de frustración infinito.

Yo no quiero ser perfecta porque en las imperfecciones estamos cada uno de nosotros, brillando con luz propia gracias a nuestros más y nuestros menos.

Yo no quiero ser perfecta ni como madre, porque sería espejo de una carrera de autoexigencias que no hará feliz a nadie.

Como dice la canción (escuchar en aleatorio la lista de «buen rollo» me aporta sabiduría, como si mis pensamientos y la música fueran alineados), cada uno tiene que hacer frente a sus más y sus menos.

People ask how it feels to live the kind of life others dream about
I tell them everybody gotta face their highs and their lows
And in my life there’s a love that I put aside, cause I was busy loving
something else
So for every little thing you hold on to, you’ve got to let something else go

Si nos esperamos al día en que seamos perfectos para salir al mundo a ser felices, me da que no saldremos de casa jamás.

Hello sunrise,
Hello blue skies,
Hello sunshine.
Today is going to be the first day of the rest of my life.
Hello sunrise,
Hello blue skies,
Hello sunshine.
I don’t want to wait, what a perfect day to go outside.

Yo no quiero ser perfecta.

Bienvenidos los físicos diversos y las patas de gallo que no quita ningún Photoshop.

Bienvenidos los días plof y los días fiuuuu. Bienvenidos los días cotidianos.

Bievenidas las sonrisas y las conversaciones serias.

Bienvenida la aceptación, el fluir, la empatía… Porque si aceptas que no eres perfecto dejarás de juzgar a los demás.

Yo no quiero ser perfecta.

Demasiada carga para mí.

Demasiada carga para los que me acompañan.

Será cuestión de ser la mejor versión que podamos en cada momento y situación. Será cuestión aprender del camino. Será cuestión de saber perfonarse. Será cuestión de aceptar que nadie es perfecto, y eso es lo que hace esta vida tan bonita.