Pequeño recuerdo importante de la felicidad de las pequeñas cosas: el último domingo de febrero 2021 hacía sol y un mundo se echó a la calle a respirar (incluso detrás de la mascarilla). Los mellizos aún nos cogían de la mano para ir a pasear con ese sabor de las últimas veces… Esas que no sabes cuándo han de llegar pero que están ahí suspendidas en el aire. Como el último día que hicieron la siesta sobre tu pecho, el último que gatearon para echarse a andar, el último que chapurrearon palabras para explicar una historia… Tener hijos es como una sucesión de últimas veces que preceden otras últimas y primeras veces, y es bonito y triste y alegre y emocionante todo al mismo tiempo.

El último domingo de febrero 2021 hacía sol y el viento era un poco fresco. La calle estaba llena de familias. Se notaba un aire de melancolía de cómo era la vida antes de la pandemia. Y al mismo tiempo todo sigue. Adelante. Hacia la primavera. Y luego hacia el verano. Y luego…
Reto superado.