Lo importante es VIVIR.
… Y como dice Víctor Küppers, «que lo más importante sea lo más importante«. Hace años que esa frase me resuena y cuando olvido por un momento que mis pequeñas mierdas no son más que un día gris, es una frase ancla.
… QUE LO MÁS IMPORTANTE SEA LO MÁS IMPORTANTE…
Yo. Quererme a mi. Cuidarme. Respetarme incluso cuando no me soporto o no me gustó, eso es importante.
Y decirles a mis personas bonitas que las quiero. Con palabras, y sobretodo con actos y gestos. Eso es importante.
Crecer. Como persona. En empatía. En paciencia. En perseverancia. En tranquilidad (y buenos alimentos).
Ayudar. Si puedo. Sí me dejan. Pero sin perderme en el camino.
El 13 de marzo hará un año que nuestro mundo cómodo se puso boca abajo. Que descubrimos que éramos más felices y libres y privilegiados de lo que pensábamos. Qué aprendimos por ausencia el verdadero valor del sonido de los besos al chocar en tu mejilla, el tremendo alcance de la fuerza de un buen abrazo, que aprendimos que el tacto de la piel y el olor de los cuerpos no tiene substituto en la blanca de la felicidad.
Y sí. El mundo es ahora más frío y distante. Más temible e incierto. Menos amable con el futuro. Es como haber perdido una inocencia que no puede arreglarse ya. El mundo da miedo, tan tenso, tan lleno de rabia y dolor y malentendidos… Tan sordo. Tan ciego. Tan egoísta, también. Pero… También he descubierto el valor de lo importante.
Por eso, prefiero ponerme un vestido de vuelo y disfrutar de sus volantes aunque alguien piense que ya no es tiempo ni peso ni curvas ni edad. Prefiero ponerme los labios rojos aunque me tape la sonrisa la mascarilla. Prefiero bailar, besar, abrazar y ayudar por encima de mus posibilidades. Y sobretodo, por encima de todas mis basurillas y grises, prefiero quererme aunque a veces no me soporte. Y decirme al oído: CELIA, QUE LO MÁS IMPORTANTE SEA SIEMPRE LO MÁS IMPORTANTE.
PD: ¿Y tú, has aprendido algo con esta pandemia de las narices? ¿Te quieres? ¿Qué es importante?