Bienaventuradas las amigas

Bienaventuradas las amigas que son esa familia que te vas encontrando en el camino.

Bienaventuradas por haber apartado alguna piedra juntas. Por haber hecho castillos de arena, soñando y soñando con palabras infinitas.

Bienaventuradas las que han estado siempre, y siguen. Y las que te encontraste cuando no sabías que las buscabas, pero que la vida sabía que necesitabas.

Bienaventuradas las que te escuchan en la lejanía del tiempo y el espacio, que te hablan un año después como si te hubieran visto ayer. Y las que escuchas cada día, con un mensaje, con un texto, en la esquina mientras esperas que el semáforo se ponga verde.

Bienaventuradas las que te pasan recetas, de pasteles o de la vida. Y las que no saben cocinar pero dan grandes abrazos.

Bienaventuradas las amigas que escuchan, las que cuentan chistes, las que te defienden, las que te conocen incluso mejor que tú misma, las que te soportan en toda la amplitud del verbo soportar.

Bienaventuradas todas, amigas, porque vosotras sois la manada que mantiene este mundo rodando une defiende de los que nos tratan como si todas fuéramos carnaza, porque me decís lo que quiero oír y lo que no quiero pero necesito, porque contamos las unas con las otras, porque sois mis personas bonitas, porque juntas somos más, y mejores, porque sabemos divertirnos, y sobretodo, por ser amigas.

PD: Gracias Elvira, una despedida de soltera es una excusa tan buena como otra cualquiera. Va por ti y tu fantástico grupo de amigas, por las que estuvieron y por las que quisieron estar.