Debe haber algo en el aire. Un je ne sais quoi, un tenía que ser. Uno descubre que la amistad era verdad cuando quince años después te reencuentras en un cruce de vidas y te abrazas como si fuera para siempre y te cuentas chismes atropelladamente como si fuera ayer el día que dejaste de ver a esa persona casi a diario.
Quince años… Se dice rápido, se vive en un suspiro, y sin embargo, nosotros nos vemos iguales y nos reconocemos, como si fuera ayer.
No creo que haya nada mejor que un reencuentro de amigos en el que el tiempo ha quedado suspendido y dónde la conversación fluye como ayer. Es tan emocionante que por un momento la felicidad es pura, está en esas manos entrelazadas, en esa conversación atropellada de todo lo importante y todo lo fútil, en esas copas que brindan y ese «hoy invito yo y mañana ya lo haces tú». Porque sabes que habrá un mañana, quizá en 15 años.
Las conversaciones vuelan de niños a anécdotas a trabajo a creencias a documentales curiosos… Dice Eva que las energías se mueven en el universo y que vienen cargadas de cambio: suelta lo que te sobra (sí, eso que estás pensando, no te hagas el longuis). Suéltalo, a lo Frozen, con estribillo y baile, sin retorno.
Dice Rosa que escriba un libro. Lo dice a carcajadas porque mis tontadas la divierten. Y la quiero mucho por ello. Pase lo que pase en su vida, ella no pierde las ganas de reír y salir pa’lante, por más vueltas que pueda darle. Y ¿sabes?, sonreír a la vida en cualquier circunstancia es una buena cualidad.
Regis escucha, y reflexiona, siempre lo ha hecho. A veces le miro y creo que piensa que estamos un poco locas de atar. Pero se divierte y de pronto nos regala una sonrisa deslumbrante y nos suelta una parrafada muy filosófica.
Y te reencuentras… Meses, años, décadas después, con tu vida a cuestas y tus recuerdos borrosos pero la amistad intacta.
¡Cómo es posible que se eche tanto de menos a alguien sin saberlo!
Y la noche acaba, feliz, melancólica, con un abrazo de oso y varios besos. Con promesas de verse pronto. Quizá en 15 años, como si fuera ayer.
Hasta dentro de quince años, amigos.
O mejor, hasta ayer 😉
PD: Casualmente hace apenas unos días me reencontré también con otro miembro de la tribu. Casualidad o energías, hasta ayer a ti también 😉
3 respuestas a “Como si fuera ayer… Quince años después”