La felicidad es ir en chanclas. Sentir los pies libres y descalzarte de una patada. Lucir dedos y pintarse las uñas. Notar el fresquito del aire acondicionado en los pies. Ir a trabajar con los pies bien aireados gritando que ya es verano. Y pasar del trabajo al placer en cuatro zancadas relajadas subida en tus chanclas. Y al llegar a la playa, andar descalza por la orilla con las chanclas en las manos, mientras haces un poco de piestureo… O no…
Hay quién dirá que es síntoma de poco glamour y menos estilo, pero ja verdad, nunca suscribí aquello de «para lucir, hay que sufrir». Y no voy a empezar ahora. Ir en clanclas es síntoma de ser una persona relajada, un poco informal, adaptable a las circunstancias, y feliz.
Venga, vete a trabajar en chanclas. Verás qué bien te sienta.
Hay que ser POSITIVO 
Qué divertido este post😂, andar en chanclas es otra cosa que me encanta del verano😁
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Es que el verano es lo más 🙂
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Jajaja el propio verano son las vacaciones.
Me encanta ir descalzo y también las menorquinas.
Un besazo😂
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Lo de ir descalzo es otro nivel… si se pudiera ir todo el día…
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Toda la razón, ¡vivan los pies al aire!
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Vivan! 🙂
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