¿Sabes qué eres muy sexy, no?

¿Qué es ser sexy? ¿Se es o se está, o se siente? ¿Es un estado permanente e inconsciente o es algún truco que hay que explotar? ¿Alguna vez te han dicho que eres sexy aún sin saberlo y te has sorprendido al descubrirlo?

Lo digo en serio, no es falsa modestia. Es que creo que muchas mujeres pasamos gran parte de nuestro tiempo en la crítica destructiva hacia nosotras mismas, y hacia las demás, buscando ser así o asá o más o menos, y resulta que en realidad estamos persiguiéndonos la cola como los perros cuando en realidad ya somos sexys.

Tengo amigas de todos los colores, tamaños y tallas, de todas las edades, con pelo corto o largo, y todas, todas, os lo digo de verdad, me parecen preciosas. Todas tienen una mirada, unos labios, una sonrisa, un sonido, un movimiento al caminar… Y se lo digo poco.

Resulta que no hacía falta más que estar, que ser, que vivir presentes y sin reproches, que aceptar y brindar por la naturalidad de cada cual.

Fue una tarde como otra. Estaba recogiendo la cocina. Hacía un calor perezoso y sonaba Bossa Nova. Bailaba y tarareaba, sola. Y de pronto un susurro inesperado… «¿Sabes que eres muy sexy, no?». Y esas palabras, de pronto, fueron como un bálsamo. Con la espalda descubierta por esta camiseta vieja y sin gracia que corté y customicé en un arrebato, con esa falda que se movía al son de los ritmos brasileños, de pronto me réconcilié con mi piel por un momento. 

Fue bonito sentirse sexy. Y pensé que tenía que decíroslo, el gran poder que tienen las palabras, los susurros, las caricias, los besos, la música, el baile… El gran poder sanador para el espíritu que tiene sentirse bien en la propia piel.

Así que la próxima vez que tengas un mal día, hazme un favor y regálate dos minutos, solo dos. Busca la chica de Ipanema y reproduce la musica. Ponte de espaldas al espejo y baila. Y luego mirate a través del espejo (con el móvil, con otro espejo) e imagina que vengo por detrás y te susurro al oído… «¿Sabes que eres muy sexy, no?». .