Maternidad de la A a la Z

El abecedario de la maternidad es infinito y está lleno de recovecos, pero en todas las esquinas hay un aprendizaje, un reto y un rayito de amor.

A, de AMOR en mayúsculas. Lo sé, tópico, no todas las madres, no todas del mismo modo, pero me atrevo a decir que casi todas, a su manera. De amor a tus hijos pero también de AUTOESTIMA, de quererse y respetarse hasta cuando no eres la madre que quisieras ser.

B, de BESOS. Muchos. Infinitos. Los sonoros, los silenciosos, los que curan, los babosos (puaj), los que se escapan, los no dados, los olvidados… Y en mi caso, de BLOG… Que hace ya 10 años que empecé con «Un par de dos» para la familia, como anecdotario y para el desahogo, y luego todo se fue liando hasta acabar con este blog queda más mi espacio personal, mi refugio, mi descanso…

C, de CUIDAR, CRIAR y de CONCILIACIÓN que ni es conciliadora ni es nada. Que CUESTA, y CRUJE pero también aporta CORAJE. Y de CULPA, de la maldita culpa constante e insidiosa que quieres hacer CALLAR pero no puedes (no siempre puedes).

D de DUDA, de DILEMA… Nunca estás segura de hacerlo bien, ¿verdad? Y sin embargo no te rindes porque no hay opción. De DORMIR, a trompicones, poco, mal, o de rezar para que por fin duerma del tirón, a pierna suelta… Y luego pasan los años y ya no te acuerdas, sobretodo cunado tu adolescente parece una marmota picado por una mosca tse-tse y entonces te peleas para que duerma menos…

E de ÉXITO, y de EQUIVOCARSE, si es que no es lo mismo; de esas lecciones que le enseñas de la vida a tus hijos y según las que vivirán sus logros, cada uno con su propio modelo de lo que es tener una vida exitosa. El mío es la felicidad, el estar bien, el aceptar que la vida va y viene… ¿Cuál el el tuyo?

F de FELICIDAD, la simple, la cotidiana, la que tienen los niños de modo natural cuando se sienten protegidos y queridos. Y de FRUSTRACIÓN, con la que debes enseñarles a lidiar, con la que luchas tú misma… F de FAMILIA, que de pronto ha cobrado un nuevo sentido.

G de GRATITUD. A tu propia madre, que ahora lo entiendes. A la tribu que te da la vida. A los amigos que te soportan. A tus hijos que han revolucionado tu vida.

H de HABILIDAD para ir improvisando porque nadie te enseñó a ser madre y de HÁBITAT que es lo que construyes donde sea que estén «los tuyos», tu HOGAR.

I de IMPERFECTO. Porque las personas somos imperfectas y esa es nuestra verdadera belleza. Porque es bonito equivocarse, y reconocerlo, y disculparse y reconciliarse, aprender, aceptar que no pasa nada… I de INTENSIDAD de situaciones y sentimientos y emociones, de IMPREVISTOS y de mucha, mucha cantidad de IMPROVISACIÓN.

J de JÚBILO, ante cualquier pequeñez como un palo, en un encuentro inesperado con un amigo, frente a una victoria en un juego, el día de la llegada de los Reyes Magos o en el cumpleaños. De JUVENTUD, la de tus hijos, la que te transmiten y regalan al mismo tiempo que te la roban, y la que ves volar cuando ellos crecen.

K de KAFKIANO, porque algunas situaciones y frases pasarán a los anales del anecdotario familiar. De KILÓMETROS que recorrerás con ellos, incluso si sólo vas de tu casa al parque id ay vuelta. De KILOS, porqué tener hijos, como las parejas estables, engorda. Pero con felicidad.

L de LABORIOSO, porque nadie dijo que fuera fácil. De LUNAS que pasan. De LÁGRIMAS, las que secas, las que provocas, las que escondes, las que sueltas, las que son de alegría y sorpresa, las que son de dolor y desbordan…

LL de LLANTOS. Los del bebé que son como chino y los tuyos cuando te preocupas por no llegar, no saber, por preocuparte, por palabras necias que ni esperaba ni pedías…

M de MATERNIDAD, de MATERNAR a tu manera, como sepas y creas, desde el respeto a tu hijo y a ti mismo, a tus creencias, a tus aprendizajes… De MIMAR, y de mimarte cuando nadie te ve.

N de NATURAL, como la vida misma, de volver a la NATURALEZA, de construir una nueva NORMALIDAD a medida que el suelo se mueve bajo tus pies.

Ñ de ÑOÑO, que es un semiestado permanente del que entras y sales durante la maternidad… Y es bonito, rodearse de ñoñerías, aunque nos dé lago de vergüenza admitir que nos cabe tanto amor en algunos momentos.

O de OBCECACIÓN, que a veces tanto padres como hijos somos tozudos incluso sabiendo que nos estamos equivocando. De ÓSCULO de reconciliación. De OSCURIDAD, l aque a veces te rodea en medio de las dudas o la que por fin te acoge para dormir por la noche.

P de PADRE, esa otra figura imprescindible sin la que no serías l madre que eres. Literal y figuradamente. De PODER, aunque creas que no. De PALABRA, la primera, la de la verborrea, la que tranquiliza, la que negocia, la que echa bronca, la que pide PERDÓN, y perdona.

Q de QUERER, de los «te quiero» escritos con faltas o gritados sin pudor en plena calle. Y de querer de ganas, ganas de ser padres, de cuidar, de educar… Y de buscar las ganas finde no las hay el día que no las encuentras… De los «quisiera» que te dejas por el camino, pero sin rencor, porque todo en la vida son elecciones y renuncias y después de todo eres madre hasta el final…

R de RESPETO. El que te mereces y el que merecen las demás madres, cada una haciendo lo que puede y sabe. Y el que merecen tus hijos, siempre. Y de REGALO, porque no tengo duda que la vida con mis hijos es mejor (casi siempre) y que lo que he aprendido como persona es el verdadero regalo.

S de SENSACIONES, que las acumulas por millones en esta carrera loca de la maternidad. De SENSIBILIDAD, la que ofreces, la que esperas, en la que educas.

T de TERNURA. La que gobernará el mundo. De TEMPLANZA, la que a veces te falta y buscas desesperadamente. De TIRANÍA, la que a veces ejercen tus miniyos si bajas la guardia y cintr al aque luchas intentando no caer tú misma en ella. De TRABAJO, el que da criar y el que tienes que compaginar con la maternidad en esta locura de mundo que nos hemos inventado.

U de UBICUIDAD, esa capacidad que tus hijos creen que tienes y que tantas veces desearías que fuera un don de verdad.

V de VALENTÍA. Para admitir errores incluso antes tus hijos. Para dejar ir cuando van creciendo aunque veas venir que tendrán un aprendizaje doloroso. Para aceptar que te quieran a su manera. Para respetar que tienen sus propias ideas.

W de WHATSAPP, el de los grupos de clase que tienes silenciados y que te son tan útiles, a veces, como cargantes, otras. O de los grupos de familiares a los que envías crónicas diarias de los retoños porque verlos crecer te parece increíble y aunque no es lo mismo, por lo menos das un pequeño salto a esa distancia espacial que os separa.

Z de ZAPATOS. Los que destrozan a las dos semanas con agujeros que no sabes cómo han podido hacer aunque sean reforzados. Los que si sobreviven a tus hijos es porque les ha crecido el pie día números una semana después de comprarles los ansiados zapatos nuevos.

Y Z de ZURZIR. No tanto los calcetines como los corazones rotos.

Porque al final una madre está para eso, para dar besos que curan y ofrecer abrazos que reconfortan cuando el mundo es demasiado cruel ahí afuera.

De madres que quieren hasta el infinito ida y vuelta (aunque te chafen el pelo en una foto que era preciosa 😉

5 respuestas a “Maternidad de la A a la Z

  1. Una entrada SUPER currada!! Bravo! y súper acertada además!

    Si algo tuviese que “debatir” sería en la parte de que un padre… figura imprescindible sin la que no serías la madre que eres. Imagino que hablas desde tu propia experiencia ( y desde la mía, por ejemplo, ya que mis hijos tienen un padre súper atento y participativo…) pero hay otras muchas mamis que por desgracia el padre no suma, si no que resta, otras criaturas que no tienen padre…porque éste fue un cobarte, y otras mamis que son solteras porque así lo decidieron!

    Pero imagino que no hablas en términos generales ( al menos en esa parte). Pero repito, una entrada super guay!! enhorabuena y sobre todo…feliz día de la madre!!

    Me gusta

    1. Gracias por leer y por comentar. Tienes toda la razón sobre el tema del padre, he dudado sobre cómo incluirlo… Efectivamente en la parte padre hablo desde la experiencia. La propia como madre por FIV (y sin el padre en el término estricto de la genética el embarazo hubiera sido imposible) y como mujer que tiene la suerte (sé que es una suerte) de tener un compañero corresponsable que construye conmigo esta familia. Pero también hablo como hija. De un padre que se divorció de mi madre y que no cumplió con pagos ni nada (muy mal) pero que sí tuvo mucho amor para dar, y de otro padre que no fue quien me engendró pero sí quién cuidó de mí y mis hermanas repartiendo su amor incondicional a mí madre y sus hijas, que nos dio estudios, casa, alimentos y mucho, mucho, más. Ojalá todas las madres tuvieran un padre que las acompañara en su maternidad. Una figura paterna, pareja o no, padre biológico de la criatura o no. Y si no es así, no pasa nada, estoy segura que lo hacen genial. Las madres solteras tienen toda mi admiración. O las viudas. O las familias homoparentales. Espero que nadie se sienta herido por mi post. Feliz día de la madre 😘

      Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s