Hay que ser POSITIVO

Si la felicidad dependiera de ti, ya sería tuya. ¿O quizá no? Si eres honesto, seguro que te reconoces como boicoteador principal de tu vida. Que barreras, dificultades, pegas y desgracias, haylas. Pero quizá contribuyas algo a regodearte en la penumbra.

No, no minusvaloro los terribles efectos de la depresión y otras enfermedades mentales. De desarreglos hormonales. De vidas duras e injusticias.

Hay mucho, mucho, que escapa de nuestro control y alcance y pretender cambiar y tener bajo estrictas reglas los avatares externos, los sentimientos ajenos, las enfermedades inesperadas y todo lo que se nos escapa es sufrir inútilmente. Me lo digo a mí misma que suelo frustrarme cuando nada sale como lo planeé o soñé, estoy quitándome de esperar que suceda lo imaginado para intentar dejarme fluir más, o por lo menos mejor.

¿Y si en realidad la felicidad dependiera de ti? Ni que sea en parte…

¿Y si la felicidad fuera solo un reflejo que te devuelve tu mirada? ¿Y si tu vida dependiera de las gafas que llevas puestas para interpretar tu realidad? ¿Y si no hubiera más verdad que la que cada cual siente y vive independientemente de lo que realmente estuviera pasando?

Mejor, sonríe.

Detrás de ti las nubes tapan el sol. Y eso, no es necesariamente malo.