Hay que ser POSITIVO

La Navidad con niños es mejor.

He dicho.

La Navidad con niños es mejor porque lo viven todo con una ilusión âge desborda todas las expectativas que puedas tener. Cualquiera les dice que no a todo: a decorar del árbol, poner el Belén, esconder el caganer -y reírse por los rincones hihihi cuando alguien llega a casa y tiene que buscarlo y descubrirlo.

Sí al Tió. Al de peluche que vive todo el año con nosotros como un muñeco más y que el uno de diciembre se transforma y come y bebe y caga chuches cuando le mimamos. Y a la familia de 3 troncos que mientras los de las otras casa desaparecen en el bosque, cogen la maleta y se van de viaje. El año pasado estuvieron en Hawaï y visitaron las pirámides de Egipto. Este año han ido a Japón y aún no se han presentado en casa porque el más pequeño y travieso se ha escapado con Son Goku a la muralla china y a nadar con delfines… Es que los tiós nos escriben cartas y responden a nuestras preguntas, sabéis?

Sí a Papá Noel.

Sí a los Reyes Magos.

Y a la carta, conjunta, y a los regalos, uno por personaje mágico -no los vayan a desbordar las Navidades a demasiados regalos y consumismo desenfrenado, ya conté el año pasado en un post para Bloggers & Family nuestros trucos para afrontarlo sin morir en el intento-.

Sí a todo. Porque como dice Pol, si crees, sucede. Aprovecharemos mientras dure y luego viviremos otro tipo de ilusión, más adulta, más de reunirnos con familia a y amigos y descansar cerrando el año en buena compañía. Aprovecharemos la ilusión mientras dure, hasta que alguna profesora peleada con la Navidad envíe como lectura obligatoria a niños de quinto -que se supone saben, pero no está bien suponer- un artículo donde habla de dónde vienen los regalos y chafe la guitarra -está historia de terror es cierta y está pasando en nuestro cole-.

Aprovecharemos la ilusión. Porque la Navidad con niños es mejor.