Cuando se va un padre, queda un hueco infinito. Donde hubo juegos, risas y complicidades sólo queda una pequeña luz al fondo, donde la encendieron los besos.
Qué puedo decirte que no esté desgarrándote en sentimiento vivo. Al hueco poco le importa si esperabas o no que llegara el momento. Al hueco lo que le falta es esa presencia que tantas veces dimos por supuesta. Al hueco le falta voz, y guiños, y un abrazo.
La luz que dejó como un camino de pequeñas migas de pan para reencontrarte a ti misma está ahí al fondo. No se apagará por mucho que te dejes invadir por las lágrimas y la futilidad de esta vida tan frágil. Está, la luz, y algún día te ayudará a iluminar de recuerdos brillantes ese hueco infinito que deja un padre cuando se va.
Un abrazo, 3a.
Mi abrazo para tu recuerdo, D E P💐
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Gracias. Ha muerto el padre de una amiga y siempre es un duro golpe pensar en la fragilidad de la vida.
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