Deja de mirar sucio, que la suciedad está en tu mirada y yo no tengo culpa. Deja de decirme que me vas a multar en tal país por no llevar tapado algo o que por ley no puedo amamantar en público, que eso pone en riesgo mi integridad sexual. Deja de decirme que alimentar a un bebé es «peor» que ponerme un bonito escote para tu disfrute. No, no opines del largo de mi falda ni del pantalón corto ni del bikini -o del top less, válgameDios, ni de todas esas cosas de centímetros que te preocupan, por mi integridad.. Parece mentira que aún andemos hablando de la cultura de la violencia y de la violación como algo natural. Deja de mirarme con prejuicios. Porque mi integridad física, quien la amenaza, es tu mirada sucia.
Muy chulo, querida…jajaja un besazo limpio!!!
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