Relájate, por favor. Apaga la tele, la radio, el móvil, todo. Respira hondo y relájate.
Párate un momento, toma consciencia del tiempo, tic, tac, tic, tac. Aléjate por un momento del alto ritmo de la rutina, y piensa.
Piensa en dejar la mente en blanco, concéntrate en respirar, en notar tu cuerpo, y ve destensando todos tus músculos.
Reflexiona sobre tu día a día, valora que te hace feliz y haz más de eso.
Relájate, disfruta, aunque sea por unos minutos, de esta calma, esto también es tu vida.