Saca las flores al balcón. Riega los geranios. Llena la casa de jazmín y azahar. Pon margaritas en tu alféizar. Saca los colores, con flores y con tu ropa, con palabras, incluso, sabes que me gusta que me provoques a susurros. Primaverízate. Celebra el día de la felicidad, que es el 20 de marzo, y cada día, mucho mejor cada día.
Tiende tu rostro al sol, con los ojos cerrados, respira mientras haces la fotosíntesis. Primaverízate.
Disfruta del día de la felicidad con cualquier detalle: salta olas, mójate, baila en la calle, disfrázate, deja tu imaginación fluir, cree en la magia, disfruta de pequeños detalles como un niño subido a una moto o que estrena calcetines, no hace falta gran cosa…
Desnúdate a capas. Vuélvete a cubrir con el frescor del rocío y en la caída de la noche. Muéstrame tus hombros, tan redondos, tan eróticos. Primaverízate mientras te desnudó con la mirada, déjame pasear la vista acariciando tu piel que se tuesta.
Primaverízate, poco a poco, como esa sonrisa perezosa que se estira y se estira poco a poco hasta ser deslumbrante.
Saca las flores. Los colores. Las capas. Las miradas. Las sonrisas. Y primaverízate. Que todo es más bonito en primavera. Y a mí me gusta quererte despacio y dejarme querer después del largo invierno. Sólo primaverízate.
Una respuesta a “Primaverízate: feliz día de la felicidad”