La puntilla de lo nuestro es la espera, los minutos de sombras alargadas que esconden sueños tras el camisón de encajes y seda… La espera que se transforma en realidad, en el guiño tras la derrota, el regalo inesperado, el viaje improvisado…
La puntilla de la relación no son los anillos, ni los hijos, son las insinuaciones, tu mirada que come, tus manos que arrastran…
La puntilla del amor se esconde entre los pliegues de los silencios, los susurros, los suspiros…
La puntilla está en las sonrisas amables cuando el malhumor arrecia, en los silencios que acompañan penas, en las caricias que dan fuerzas, en los abrazos que curan vacíos…
Las pequeñas sorpresas, gestos, sonrisas… Todas esas pequeñas cosas que nos mantienen felices y juntos la mayor parte del tiempo son la puntilla. Y qué importante es!
DAME MÁS PUNTILLAS
Me encanta la lencería, tu texto resume con increible precisión ese valor velado de lo que esconde.
Sublime!!!
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Muchas gracias por tus palabras, la lencería no sólo es bonita, también dejan entrever sin que se vea del todo claro. Es una poderosa arma de seducción, y también para la autoestima. Pero lo que es más importante, creo que refleja lo importante que es cuidar los detalles en el día a día. Me halaga que me haya leído y disfrutado de los textos y las fotos con que quería reflejar esta reflexión.
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