Hace meses, años, parece que hace siglos!… Que no nos vemos. Mira que vivimos relativamente cerca, pero las carreras cotidianas y las obligaciones nos separan mucho más que los kilómetros. La suerte es que hace siglos que no nos vemos, y de pronto los astros se alinean -y sobre todo las intenciones y las acciones- y estamos frente a un café hablando, como si fuera ayer que nos vimos por última vez. Y esa sensación, querida amiga, significa que seguimos aquí, años después, reencontrándonos y apreciándonos como en aquellos años de universidad. Que aún hay complicidad, y comprensión, libertad en el expresarse y el compartir. Si la amistad no es «como si fuera ayer», es menos amistad o quizá sea simplemente otra cosa.
Deseo que sigamos con nuestras vidas en paralelo pero reencontrándonos «como si fuera ayer». Por muchos más cafés compartidos, qué el ritmo no pare!