Me encanta estrenar libretas y agendas, pensar qué escribiré y todas las citas por llegar. Será que soy de la EGB* y que a pesar de tener varios Google calendar compartidos y miles de alarmas en el móvil sigo queriendo apuntar lo esencial en papel, con boli, de colores, a ser posible, en lápiz si no es seguro.
Lo sé, es abril. Tengo tres meses u pico de agenda sin nada. Pero el placer de escogerla y comprarla, de decorarla yo misma (porque a estas alturas ya no había ni fundas) y de pensar bien qué es lo primero que voy a escribir después de alinear bolis azul, negro, verde, rojo y lápiz y pensar para qué usaré cada color, eso no tiene precio. Qué cosa más tonta y cuánto placer, oye.
PD: A ver cuándo hago como mi abuela y anoto en una agenda especial lo que hago día a día (tres libras, no le hace falta más).
PD2: Y a ver qué día escribo una carta manuscrita… Quiero cartas en mi buzón.
PD3 y pista definitiva: a ver si el año que viene cae la agenda Mr. Wonderful. Queridos Reyes, prometo que me he portado bien! Ummm, no sé yo si los Reyes Magos me leen.
*EGB para lectores jóvenes: Educación General Básica, lo que viene siendo el cole de los niños de los 70 y 80 que duraba hasta octavo (ibas al instituto con 14 años) y donde ibas a clases de 40 energúmenos, te castigaban sin salir al patio y estudiabas por repetición. Más o menos era eso 😉