La música son recuerdos.
Hubo un tiempo que me tumbaba a leer en la playa durante horas. No, no me dolían las lumbares de la posición ni me molestaba el brillo del sol a la vista. Me tumbaba y leía y leía y leía… Un libro tras otro, imaginando aventuras y palabras encadenadas que algún día escribiría.

Hubo un tiempo en que tenía tiempo de hacer selecciones musicales como esta que regalamos a los amigos que nos acompañaron en la boda hace ya una eternidad. Pensamos que unas cuantas canciones dedicadas de todas la épocas en un CD doble sería un regalo personal y perdurable en el tiempo. Y ahora resulta que mis propios CD acumulan polvo junto a una minicadena que no sabemos si sigue viva porque Alexa y Spotify reproducen a la carta y con un solo ordenó y mando.
Pero resulta que sí. Qué hay amigas del alma de esas que ves poco por no decir nunca como @sylfmc que un día desenpolvan tu regalo y escuchan el CD y te mandan un WhatsApp rápido con la foto para decirte que en esta vorágine de vida se acuerdan de ti. Y a mí eso, me ha alegrado el día con una chispita de esas que calientan recuerdos, y almas. Gracias.