
Baby, you can make my day.
No digo tú.
Digo yo.
Yo hago mi día (salvando las vicisitudes externas contra las que poco puedo más allá de la actitud).
Y un buen día, gente, empieza con una ducha caliente. Con el olor fresco del champú y la caricia de las cremas. Empieza vistiéndose para sentirse bien, para poder bailar y dejar que el vuelo de la falda te lleve. (Todo esto, en el primer mundo y con una situación económica media, privilegiada, no nos olvidemos).
Un buen día empieza con un buen café en familia. Pero esa es otra historia.
DÍA 1/02/2020: Empiezo el #reto #febrerosinedulcorantes2021 de @victoriapenafiel planteándome, como hilo conductor de este nuevo #febrerosinedulcorantes, hacer una especie de autoretrato de este febrero semiconfinado y pandemico.
Y quieto hacerlo con vídeos a través de #febreroenreels con @pimpampelis que da consejos a través de #pimpamreels. Vamos a ver lo que surge de todo esto. Porque sacar imágenes (y en movimiento) de lo cotidiano es ya suficientemente complejo como para sacar punta a este día de la marmota sin fin en que llevamos casi un año (CASI UN AÑO).
Y encima pretendo salir, yo, cuando de normal nos cuesta menos estar tras las cámaras. Y además pretendo que tenga mínimamente sentido con mi propio reto diario #HayqueserPOSITIVO de sacarle el lado bueno a lo cotidiano pero sin filtros ni maquillaje.
Cruzad los dedos por mí, no sé dónde me llevará esto.