Vamos a cuidarnos mútuamente. Tú me abrazas, yo te acaricio, tú me rascas, yo te sostengo, tú me pones crema, yo te soplo, tú me alegras, yo te bailo, tú sonríes, yo te vigilo, tú me lees, yo te canto, tú escuchas, yo me quedo en silencio, tú, yo, nosotros… Y viceversa. El mundo es más bonito cuando nos cuidamos, ¿no te parece?
NOTA A PIE DE PÁGINA PARA GENTE «DE LOS NERVIOS» COMO UNA SERVIDORA QUE VIVEN EN FASE 0,75 MIENTRAS SU ENTORNO HA PUESTO LA DIRECTA CON LA 1 MULTIPLICÁNDOLA POR MIL.
Ya lo he preguntado a 3 urbanos diferentes y siempre me responden igual… Los adultos no pueden ni bañarse ni tenderse a tomar el sol (solo vigilar a los niños en su horario durante una hora y a un kilómetro de casa). Ellos sí pueden remojarse en la orilla, no nadar ni bucear ni irse por ahí, pero saltar olas o quedarse en la orilla me han dicho que sí.
Yo ya no sé qué se puede y qué no, porque según tengo entendido los horarios de salida son los de antes, máximo una hora (excepto si vas al bar) pero yo veo mogollón de adolescentes, parejitas, grupos de iaios y batiburrillos de gente a cualquier hora y sin mascarilla ni distancias… Don’t know…
De todos modos creo que la perspectiva de las fotos se prestan a confusión, prometo que no metí ni un pie en el agua y que sólo me puse crema solar porque eran las cuatro y caía un sol de justicia, pero ni me bajé el vestido… Así voy de marcas.