Día no sé cuántos de no sé qué cantidad de confinamiento queda… Qué más da. Un día más es un día menos, un día que estamos vivos y que seguimos. Hoy ha tocado peluquería. Mis hijos, muy diplomáticos ellos, han confesado a si peluquera que durante el encierro aquí su madre les había cortado el pelo «con tijeras de cole» y que, «hombre, para ser la primera vez, pues bueno, pues vale, pues de acuerdo», que lo que contaba era mi esfuerzo y que era mi primera vez, pero que… Demasiado largo, con un escalón, mejorable… Pero oye, que lo has es verdad, es verdad. Así que, zapatero a tus zapatos.