Hay que ser POSITIVO

Día 20

¡20¡ ¡20 días confinados, encerrados en casa, en este día de la marmota! 20 días u lo más reseñable de este miércoles desvaído y lluvioso han sido dos discusiones con los niños por los deberes, dos caras compungidas, muchos besos por sorpresa que llegan en modo abrazo por la espalda (¿vuestros hijos también están más besucones de lo normal?)  y, para no salir de la tónica, mucho teletrabajo.

Miento… Si salgo de mi cabreo conmigo misma por haber acabado de trabajar tarde (otra vez), y por ende, por haberme saltado la clase de gimnasia que quería hacer (malamente, tra, tra), en realidad descubro que ha habido otras cosas reseñables. Por ejemplo:

– Mis hijos han rellenado un día más su diario de la felicidad (lo compramos en el LIDL justo antes del confinamiento y nos está viniendo de perlas para que los mellizos mantengan un diario de esta situación excepcional y lo hagan en clave positiva). Lo verdaderamente importante es que en una escala del 1 al 10, su nivel de felicidad lo marcan siempre en 10, y ninguno de estos 20 días ha estado por debajo de 8. Son verdaderamente resilientes y los admiro por ello. Creo que no se lo he dicho aún: nota mental, «decirles a mis hijos que los admiro«.

– Además, gracias a Google hemos tenido visitas extraordinarias en casa: un pingüino, un tigre, un oso panda, un gato, un perro y un lobo. Si no lo habéis descubierto ya, buscad en Google el nombre de estos animales y mirad si sale la opción «ver en 3D». Increíble. Ayer lo descubrimos y pude darle un beso a un pingüino.

– No, el total look chandalero no es de hoy, no he repetido modelito. Hoy, como prometí y para deleite de mis tres hombres, me he puesto medias, falda, una camiseta molona y hasta me he pintado los labios. Mi marido me ha dicho que le parece muy bien, pero que su amor no disminuye o aumenta con la moda. Supongo que quiere decir que si vuelvo a tener días «deportivos» no me va a retirar el saludo.

– Estoy haciendo un pastel sin gluten ni azúcar ni na’. No lo he probado aún pero hacer la masa me ha relajado y además huele bien. Veremos si el sabor le hace justicia.

Conclusión: Ni tan mal. Es cuestión de fijarse en los detalles correctos.

PD: no olvido el día 19, aunque a juzgar por mi look, quizá debería

Total look coronavirus. Día 19… Mi armario está a punto de entrar en un sueño profundo a lo bella durmiente. Que hay días que me levanto y me pinto hasta los labios, como si fuera a salir. Pero hay otros, puf, qué pereza… Que fuera está gris, que el chándal es muy cómodo y no hay porqué encender la cámara durante las videoconferencias.

Total, mis hijos de fondo ya se han destacado como armas de destrucción masiva de la reputación laboral. Ya solo queda caer en el pozo de chandalismo escénico. Que podría autoengañarme y decir que es que luego haré una rutina online del gimnasio, pero la la realidad es que se está muy cómodo estando «a las anchas».

Si la pareja supera estos días de colas y moños despeluchados, looks chandaleros y comodidad llevada al extremo, nuestro amor podrá con todo. Poco se habla de cómo conservar el  amor romántico en estos días de coronavirus.

Está bien, está bien, mañana me visto de gala. Si me apuras, hasta unas medias con falda y un sujetador de los bonitos. Todo sea por el amor (propio).

Pero hoy, llueve. Da pereza. Y chica, ya he combinado calcetines rosa fucsia con la cremallera del polar. No me pidáis más.