Hay que ser POSITIVO

Que complicado es casi siempre empezar. Empezar como algo genérico, ya sea una relación, un trabajo, un cambio o este simple relato. Casi siempre me quedo mirando la pantalla en blanco varios minutos sin saber hacia dónde deslizar mis dedos. Pero resulta que al final, todo va cogiendo cuerpo, todo se acomoda y las palabras como los momentos fluyen, sin saber como estas mirando un calendario porque no recuerdas la fecha en la que empezó todo o contando palabras para que quepan en una sola página.

Un día cualquiera camino de algún lugar inquietante, en la mística India (es lo único que recuerdo) , del bolso de un monje tibetano, de repente sonó «OTHERSIDE» de Red Hot Chili Peppers. Eso me teletransportó de un golpe al pasado, a cuando era una niña intentando ser un adulto, a cuando fingía que sabía de que iba todo esto, cuando no sabía que hacía en este planeta pero creía que tenía el mundo en una mano. A tan sólo 15 años atrás, y ahí me vi, sentada frente al ordenador intentando aprenderme cada letra de este grupo, porque me había enamorado de su mayor fan, creía que podía impresionarle, que quizás podría verme de otra forma. 15 años después, me río y caigo en dos cosas, primero que cuando creemos estar enamorados hacemos el gilipollas sin ton ni son, eso es así, y no hay vuelta atrás, es parte del ADN humano, Dios se coronó, justo era domingo por eso descansó, no había nada más que hacer con los humanos después de este detalle. Y en segundo lugar, entendí que todas las personas, absolutamente todas, dejan algo en uno, cualquier persona que pase por tu vida, sea corto o largo su tiempo compartido, sea mucho o poco, sea más o menos sea como sea, todas dejan una marca, pequeña o grande en nosotros. En este caso un corazón adolescente roto, mi primera desilusión amorosa y una canción de Red Hot Chili Peppers que 15 años y 12 mil km después aún recuerdo palabra a palabra y me encanta…

Gracias Pol.