El libro ha llegado. Con la emoción del papel recién impreso, el olor de la esperanza de rescatar las ideas nuevas entre sus páginas. Ha llegado, con su prólogo de dar ganas y su contraportada de dar más. Me encanta el lado práctico de los ebooks en mi Kindle, pero hay libros para tener impresos, para ir pasando página a página, adelante y atrás, doblando alguna esquina y subrayando ESA FRASE, la que estabas esperando sin saberlo.
Pues sí, soy una lectora sacrílega. De las de apuntes en los márgenes y exclamaciones y círculos. No tanto en las novelas, aunque también. Soy la lectora que tiene los libros para decorar pero sobre todo para comer, cenar, dormir, soñar… con ellos. Nunca entendí las ediciones de cartón piedra que nadie lee, que solo hacen bonito, eso sí es ser sacrílego!
Y hete aquí que nada más empezar la lectura descubro que el autor es de los míos, que me invita a destripar su libro.
Y solo por eso ya estoy enamorada de Víctor Martín y su «Desata tu éxito«… Literariamente hablando, maidiarlov, literariamente, que amores hay de muchos tipos y Victor es muy yogurin 😉
Ahora en serio, el libro empieza bien, seguro que os volveré a hablar de él!
La cuestión es… Y a ti, te gusta leer subrayando, anotando, doblando hojas…? Tú lees bien?
Hay que ser POSITIVO 
Al final he sucumbido al kindle, y con el llegó la libreta donde voy anotando y destripando el libro. Sin darme cuenta he creado un libro paralelo donde se ve las entrañas de la historia que leo. Un placer leerte.
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A mí me encanta también el Kindle, pero como voy leyendo por la calle, el metro o en la cama, rascando momentos, me es más fácil destripar en papel. El subrayado de Kindle me encanta, y lo uso a menudo, pero me temo que la función de anotaciones es demasiado anacrónica, me recuerda la frustración de los primeros SMS con ese teclado infame, pequeño, lento…
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