Yo a eso no juego… A buscar perfiles de Facebook o Instagram y robar identidades. A insultar, denigrar, hacer sentir mal a otro. No juego. A mofarme en WhatsApp. No juego a expulsar a alguien del grupo, a ignorarle, a hacerle ver que no vale. No juego, no pienso jugar. A pegar con palabras, ni con golpes. No juego y tú no deberías jugar. No es divertido. No te hace más parte de ningún grupo. No te hacen mejor ni más guay ni evita que otro día las miras estén puestas en ti. Basta. Basta ya de acosos escolares, o en la calle, de abusos, de risas falsas, de mirar a otro lado. Basta. Ni la violencia contra las mujeres era un asunto privado entre marido y mujer. Ni la violación fue por el alcohol y la minifalda. Ni el acoso escolar y el bullying o el ciberbullying son cosas de niños.
No, no y no… A eso no juego. Y tú no deberías.
- Dos de cada 10 alumnos en el mundo sufren acoso y violencia escolar. Así lo refleja un estudio realizado por la UNESCO. Calcula que cada año hay 246 millones de niños y adolescentes en esa situación. Han aumentado los insultos y el acoso a través de las redes sociales.
- 1 DE CADA 10 estudiantes considera que ha sufrido bullying según el informe de Save The Children «Yo a eso no juego».
No todas estas experiencias de violencia (golpes, insultos, amenazas) pueden calificarse como acoso, pero pueden llegar a serlo y son igualmente preocupantes. 6 de cada 10 niños reconocen que alguien les ha insultado en los últimos meses, de los cuales un 22,6% afirma que ha sido de manera frecuente y más de un tercio a través del móvil o Internet. Casi un 30% de los niños afirma haber recibido golpes físicos.
(…) Al acoso hay que llamarlo por su nombre, es un tipo de violencia. No es un juego y no podemos justificarlo.
- La edad media de la víctima está en 10,9 años en el caso del acoso presencial. Los alumnos que sufren ciberbullying, acoso a través de las redes, tienen una media de 13,5. El informe de la Fundación Anar alerta de que han aumentado los casos entre menores de siete años.
- La literatura infantil puede ayudar a los niños a poner cara y combatir el acoso escolar. Ejemplares que hablan de igualdad de género, de respeto y tolerancia