Hay que ser POSITIVO

Recibo un WhatsApp gracioso con una imagen a compartir y con el siguiente enunciado «Por si podeis reenviar… Una profe está haciendo un experimento con sus alumnos de 3°ESO para que tomen conciencia de la rapidez con la que se difunden imágenes sin poder controlarlas«. Lo primero que me viene a la mente es que es buena iniciativa, simple, rápida, rastreable en cuanto salga de WhatsApp (ese supuesto entorno «privado») para ir a parar a cualquier red social. «Puede ser privada», diréis. Y sí… Pero todo depende de tu configuración de privacidad y de la configuración de privacidad de tu vecino. Si te comentan y dan esos likes que tant ansía tu ego, lo verán y comentaran los amigos de tus amigos y así hasta el infinito. 

Si Nico tiene «suerte» caerá en gracia y le harán un meme, o dos, le saldrán YouTubers imitadores y puede que hasta haters y trolls. 

Pero… Ay Nico, Internet, los móviles y las reacciones en cadena de la gente son incontrolables y eso tiene mucho peligro. Una vez lanzada una imagen al ciberespacio, sale de tu control… 

Imagina que no eres un dibujo, imagina que eres un niño normal, que te vas de la boca y das detalles de tu entorno, que alguien con mala baba se aprovecha de ti o te insulta o se ríen de ti. Peor, te roban, a ti o tu familia. O te amenazan y chantajean. Exageramos los adultos poniendo límites a la tecnología? Hasta donde la seguridad y hasta donde la intimidad? El Blog Happylitlething reflexionaba hace poco sobre el tema. 

No Nico, guarda las ganas de viajar por el mundo para un Interrail, un Erasmus o un viaje de mochilero. En realidad lo disfrutaras más. 

Guarda tu intimidad y la de tus amigos y disfruta de abrazos y relaciones reales. Guarda esas fotos en poses de modelo provocativa o esos comentarios malsonantes de los que te arrepentirás en el futuro. Que Internet no se controla. Y la gente, menos. 

PD: y ahora, comparte que es por una buena causa!!!!