8 de diciembre. Sales a pasear porque tienes vistas en casa. Y hay sol, mucho, y calienta. El veroño no acaba y, mal que nos pese al cambio climático y todo lo que comporta, sales a la calle y la chaqueta te sobra, te la quitas, paseas, te tomas un café en la terraza y mientras cierras los ojos de alumbrado, disfrutas porque el sol te calienta la cara. Disfruta.