Ya! Listo! Árbol, luces, Belén, Tió, reno iluminado, Papá Noel, carta a los Reyes… Hemos hecho un sprint navideño obligado porque las ilusiones infantiles son muy pero que muy pero que muy insistentes, intensas, constantes, robustas, perspicaces… Así que ya lo tenemos, hasta la Carta a los Reyes y las postales para tooooooodaaaaa la clase. Dedicatorias llenas de corazones, ranas, papás noeles y buenos deseos. Y en esta intensa vorágine de purpurina y espumillón llego a las siguientes conclusiones:
- Los adultos tenemos barreras y vergüenzas mentales y falsas: a los seis años no hay límite de amor ni barreras para expresarlo. Corazones para un mejor amigo? Pues claro! Es un mejor amigo, nada como llenar la postal de corazones rosas. Importa un bledo que tú seas niño y él también y que el rosa sea de niñas.
- La purpurina es bonita siempre y para todo el mundo, porque brilla, y lo brillante es bonito. Las miradas brillantes son bonitas. Las sonrisas brillantes. Las personalidades brillantes. Los rótulos brillantes. El sol brillante. Viva lo brillante.
- Por qué solo podemos ser ñoños y desear buenas cosas a los demás en navidad? Por qué solo querernos en Navidad? Venga, escribamos dedicatorias y dediquemos buenos deseos todo el año.
- Decorar la casa de Navidad sólo tiene sentido y es divertido si lo hacemos juntos, si lo disfrutamos, si luego admiramos nuestra obra y si, sobre todo, la compartimos con orgullo. Abre las puertas!!
- Cantar, bailar, abrazarse, entrar en contacto… Te doy permiso para tocarme tooooooodooooo el año. Seguro que sucede algo bueno.
En el blog Un Par de Dos los mellizos enseñan todo el proceso navideño en 3 vídeos: cómo convocar al Tió, construirle una casa de muñecas de cartón, decorar la casa y qué hace ilusión recibir como regalo de Papá Noel y los Reyes Magos a los 6 años.
Moraleja navideña: Feliz Navidad todo el año.