Subes a un columpio, te sientas en una hamaca, dejas los pies balanceándose en el vacío de un barranco con vistas… Te cuelgas, y el vaivén de los pies en el vacío te llevan a la felicidad de la infancia por vía directa. Cuélgate de la vida! Disfrútala desde las profundidades de los gestos sencillos, porque quejarse está bien pero es algo demasiado adulto y si además de quejarte no actúas no vas a salir de tu jaula de pesimismo que te oprime. Mejor cuélgate de la vida y déjate llevar por su vaivén sencillo.
Colgarse implica subir. Quiere decir que inicias el movimiento para que el balanceo empiece. Quiere decir que disfrutas de vaivén. Cuélgate!
He pasado el fin de semana invitada por amigos, con cenas espectaculares, bailes improvisados y unas cañas en buena compañía sentada en hamacas arcoiris. Y sabes, colgarse y dejar los pies en el vacío me ha hecho muy feliz. Sencillamente, feliz.
Y tú? Te cuelgas?

