Despedirse

Despedirse de asocia a un momento triste, un mal trago que pasar rápido, casi como un trámite medio molesto medio humorístico. Pero despedirse es un rito importante, bonito, necesario, no deberíamos pasarlo por alto. Ni cuando el reencuentro será en breve ni cuando sabemos que no habrá nuevas oportunidades en este mundo. Los «murcianos», como decimos los ibicencos, se burlan de la -fastidiosa- costumbre de los isleños de despedirnos largamente y varias veces. Normalmente alguien dice, «bueno, nos vamos a tener que ir», y empieza un periplo de besos, abrazos, invitaciones a volver a verse aquí y allá y nuevas conversaciones que se inician y suceden antes de la despedida definitiva, como si durante todo el encuentro mi hubieras tenido tiempo suficiente de decirte todo lo que tenías en mente, aunque sean futilidades. Normalmente tienes que volver a despedirte varias veces porque ha pasado tanto tiempo desde la primera despedida que no recuerdas en qué punto dejaste de repartir besos y abrazos.

Lo cierto es que las despedidas me incomodan y me vuelven repentinamente tímida y torpe. Sin saber qué decir ni qué hacer. Una no sabe si ser rápida o entretenerse, si decir claramente «te quiero» o dejarlo sobrentendido en el achuchón y el beso. Por eso a veces las despedidas me salen más secas y rápidas de lo que realmente siento.  Y después tengo como un agujerito y un malestar que me acompañan un buen rato, lleno de dudas como «y si envío un whatsapp?», «envío un mensaje sentimental o más bien socarrón?», «será demasiado?», «demasiado poco?». 

Deberían enseñarnos a despedirnos, efusivamente, sin vergüenzas ni cortapisas, largamente. Es un poco tétrico como pensamiento, pero nunca sabes cuánto tiempo pasarás sin volver a ver a esas personas y ni tan siquiera puedes afirmar que así sea… La vida, ya se sabe, trae sorpresas inesperadas. 

La cuestión es que a pesar de todo, las despedidas son necesarias. Si cuesta hacerlas es porque en el fondo apreciamos a la persona a que tenemos delante. Porque lo hemos pasado bien, porque acumulamos un buen puñado de recuerdos fantásticos. Despedirse es decir sin decirlo «te quiero», «te voy a echar de menos», «espero verte pronto», «te deseo que todo te vaya muy bien hasta que volvamos a vernos». Por eso son bonitas las despedidas. 

Hasta pronto, Ibiza! 


2 respuestas a “Despedirse

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s