Seguir.
Continuar por el sendero aunque no veas qué hay tras el recodo.
Adelante, un pie tras otro.

No siempre se tienen las llaves. Ni sabes qué vendrá. Si algo he aprendido este 2020, y pinta que el 2021 va por la misma vía, es que la flexibilidad es una virtud. Está bien tener planes, una visión, algún objetivo, pero siento que ahora es tiempo de fluir, de ir viendo qué pasa, de improvisar un poco y dejarse, simplemente, llevar.
No es fácil dejarse llevar si eres una loca del control, lo aprendí a malas en bailes de salón. Pero ahora es bueno dejarse ir y seguir el ritmo. Así que… Vamos a seguir. No sé muy bien hacia donde ni veo el final claro, pero seguro que nos esperan unas cuantas sorpresas este 2021 y yo tengo bien cogidas las llaves del futuro incierto y he hecho una cura de pensamientos… Vamos.