Querido Papá Noel:
Explícale al mundo que en Navidad, como durante todo el año, no es no, que las mujeres queremos ser libres.
Dile a todo el mundo que somos fuertes, que somos listas, que somos válidas. Y además, bellas, pero eso es además.
Dile a todo el mundo que queremos sentirnos seguras.
Y de paso dile a Mamá Noel que tenemos ganas de verla hacer su magia, también.
PD: A los Reyes ya les escribí con deseos bonitos 😉
Ya que estamos, Papá Noel, te hago una lista de deseos más mundanos, que las cuarentañeras también tenemos ilusión por la Navidad. Y que si no puedes, pues que no pasa nada, que no discrimino ente seres mágicos, Melchor, Gaspar y Baltasar me están también divinamente.
- Me encantaría un abono para el gimnasio, o una clases de zumba, de danza del vientre, pilates o yoga. Qué dice el médico que necesito movimiento (más) y así tendría «mi momento». Las madres del mundo me entienden.
- Para pisar fuerte por la vida, unas botas esas de tacón bajo tipo cowboy que van con todos los looks no estarían mal, las que tengo están ya muy machacadas y como decía la canción, las botas son importantes para correr por la vida.
- No estaría de más unas entradas de teatro, un abono, ir a un concierto… Para dos. Cuestión de tener nuestros ratos en pareja.
- Un teléfono nuevo con calidad para hacer súper fotos de súper bloguera y con capacidad para no tener que ir borrando no cuela, ¿no? ¿Ni el primer mes de unos cómodos plazos?
- Y si no, sorpresa… que me gusta leer, viajar, saborear una buena cena, la ropa colorida y cómoda, un pintalabios rojo, una agenda de Lucía Be o Mr. Wonderful, o la música, lo sabe cualquiera que me conozca un poco. Y tú me conoces bien, ¿verdad?
En fin, Papá Noel, dile al marichulo de turno que ya está bien de señoros, y saludos a la señora 🙂