Choca, amigo

Dame esos cinco, choca, amigo. Haz un gesto que me reconforte, que me recuerde que lo estamos haciendo bien. Choca, por ahora, por los viejos tiempos, por los venideros. Choca, por los fracasos que nos hacen crecer, por los buenos momentos, por los logros. Choca, guiña, abraza -como te dije ayer-… Lo esencial es que estés, amigo, porque sin ti la vida es mucho más aburrida, menos interesante y vale poco o casi nada.

Ya sé que los amigos de hoy puede que no estén mañana, que tendré amigos nuevos y otros que son para siempre. Sé que los «mejores amigos» rotan, que la vida los pone diferentes en tu camino con diferentes lecciones. Y también sé que cuando dejas de hacer amigos, cuando pierdes la capacidad de descubrir y emocionarte y entregarte a nuevas relaciones, envejeces, mucho, a ojos vista. Sé que algunos amigos lo parecen pero no lo son, y la decepción es grande. Sé que la vida y la distancia y el tiempo nos pondrán a prueba.

Pero al final lo importante es que sigas intentándolo, que lo intentemos ambos, porque la vida sin amigos, sin ti, la vida es mucho más aburrida, menos interesante y vale poco o casi nada. Por eso… Choca, amigo!