Cosa más tonta que un pimiento asado, y qué bueno está! Cosa más tonta que un tomate de huerto recién cogido, a bocados o a rodajas, con aceite y sal, y rebañar pan con el caldito final. Cosa más tonta que un huevo frito, un helado, una cerezas rojas, una sandia fresca cuando hace calor, de las que chorrean…
Pero esto no sólo va de comida… Cosa más tonta que una sonrisa, que es gratis. Las gracias, los buenos días, un beso de buenas noches, cinco minutos de silencio, mirar el fuego crepitar, o una pecera con peces de colores nadar sin rumbo, un perro que te recibe con fiestas, un gato que se te sube a las rodillas y ronronea, una visita inesperada de aquel amigo en el que justo ayer pensabas…
Las cosas más tontas, las simplonas, las que no tienen complicaciones ni artificios son a menudo las que nos proporcionan mayor placer.