Todo el mundo tiene su propia noria. Esa que nos llama y da vértigo a la vez. Esa tan reluciente y llamativa, de colores, tan alta… Inalcanzable… O eso te piensas… Que es inalcanzable o que el batacazo será memorable… Pero quizá no, cómo estar seguro?
Sube, anda, date un paseo en tu noria. Qué no te dé miedo. De todos modos, subas tú o no, la vida va y viene, sube, baja, gira… Así que… Tanto por tanto, mejor decide tú cuando subir.
Sube. Abrigado, hace viento… Sube. Acompañado, siempre es mejor. Pero… La vista es espectacular desde arriba y seguro, seguro, que no te arrepientes. Aunque luego tengas que bajar. Tú, sube. Y luego, me cuentas.