Me cogió por detrás. No lo esperaba. Bueno, no al principio. Pero hacía un rato que se sentía la tensión sexual en el ambiente y casi no me atrevía a respirar. En la penumbra noté que el desconocido abría la puerta, se acercaba, retiraba la sábana que me cubría hasta media cintura… Le sentí llegar y no me giré.
Algo me impedía romper el momento, sentir sus manos recorriendo mis caderas sin saber quién podía ser superaba en morbo la sensación de peligro. No me dí la vuelta. Y de algún modo me sentía segura, en paz conmigo misma después de varias semanas tormentosas.
No miré ni toqué ni hice ningún gesto para descubrir quién era el desconocido que me seducía. Ni cuando dibujó mi cuerpo de arriba abajo con sus grandes manos callosas ni cuando empezó a besarme levemente tras las orejas. Apartaba mi pelo con un ligero soplido que me hacía estremecer entera y luego posaba los labios entre le lóbulo y el nacimiento del cuello. Era apenas un susurro besado pero los escalofríos me duraban varias oleadas de placer.
Me cogió por detrás, se frotó contra mis nalgas y me llenó con una brutalidad que contrastaba con sus caricias suaves y sus besos suspirados. Y no me giré. No protesté. A duras penas grité por dentro de placer por miedo a que fuera un sueño erótico demasiado real, pero sueño al fin y al cabo. Cerré los ojos y me dejé llevar por el vaivén que marcaban sus caderas. El orgasmo fue tan intenso que tardé varias horas en recuperar el aliento y cerrar los poros de mi piel.
Hacía mucho tiempo que se había ido dejando un hueco frío de sábanas arrugadas detrás de mí cuando por fin me di la vuelta y miré la habitación vacía. ¿Quién era? ¿Quién abrió la puerta de mi habitación de hotel y se coló entre mi piel? ¿Quién había llegado y vencido sin haber dicho una sola palabra? Busqué una pista del hombre que me había llenado más en pocos minutos que todos mis variados y múltiples amantes en años. Pero se había ido igual que llegó, sin rastro, sin una palabra. Sólo dejó un rastro de olor a madera y vino y un inmensa sensación de vacío.
Y el vacío empezó a llenarse de dudas. Y de remordimientos. Y de reproches. Por no haberme girado. Por no haber preguntado, impedido, mostrado recato, u ofensa. Por no haber impedido que sucediera algo a todas vistas inconveniente. A ver cómo podía ahora considerarme una mujer íntegra, digna o virtuosa. Cómo era posible que alguien hubiera pensado siquiera entrar a hurtadillas en mi habitación para una sesión de sexo. ¿Había dado señales de algún tipo? ¿A quién? ¿Cómo? ¿Era yo, era a mí? ¿En serio?
«Esto es todo lo que la vida te va a regalar en cuanto a romances«, pensé derrotista.
Y entonces vi una tarjeta de visita caída en el suelo. ¿La habría dejado a propósito o se le habría caído? Me cogí a aquella pista como a un clavo ardiendo. Me daba exactamente noventa días para encontrar a mi perfecto desconocido. O lo inevitable tendría que suceder y asumiría con resignación que la vida sería una triste y aburrida lista de obligaciones y deberes: haría lo que tenía que hacer, porque las promesas son para cumplirlas y después de todo yo había prometido formar parte de una familia… A menos que el destino, si es que existe tal cosa, me indicara lo contrario. La búsqueda de la sombra empezaba ¡ya!
*** NOVELA POR FASCÍCULOS, SI VOSOTROS QUERÉIS: DECIDME… ***
Os propongo un juego: «Lo que esconden las sombras» (veremos si es el título definitivo) empieza con este prólogo. Decidme, ¿queréis que siga? ¿Voy escribiendo capítulos para desarrollar esta historia? ¿Queréis sugerirme un personaje, un giro, una dirección, un posible desenlace? ¿Queréis una novela de amor, erótica, de misterio? Siempre me gustaron los retos creativos. Hace tiempo que no escribo cuentos ni principios de novela. Hace tiempo que aparco el sueño (¿imposible?) de ser escritora, si es que estar aquí día tras día no es serlo ya (de algún modo). A mí me hace ilusión, pero un escritor no es nada sin lectores. Así que…
Es vuestro turno… Veamos que sale de todo esto. ¿Yo estoy animada, y vosotros?
¿Queréis que siga?
Responde la encuesta en Twitter 🙂
#ENCUESTA: En https://t.co/EzcagucQPD he escrito el prólogo de una posible #novela (o lo que salga) por fascículos. «Lo que esconden las sombras». Decide hacia dónde va la historia. ¿Quieres que siga adelante?
— Celia Ramón Wyser (@CeliaRW) 18 de julio de 2018
a mi me ha gustado.
pero creo que esa decision es tuya
beso Celia
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Gracias! Claro, al final decidiré yo, pero quería tener un feedback sobre si podía interesar y hacia dónde enfocarlo, en plan reto. Al final escribo por puro placer pero a veces me queda la duda de si lo hago para mí misma en voz alta pero en soledad o si hay alguien al otro lado 😉
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Grita!!
Si hay alguien responderá
Pero que no sea tu eco
😉😘
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Pues a decir verdad el titulo me resulta muy atractivo y misterioso, aunque pienso que la decisión final es tuya.
Saludos
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Gracias Kairos. Se está cociendo…
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