Hay que ser POSITIVO

– ¿Cómo le pones ropa blanca para ir a jugar?

– Bueno, luego se lava… Si no, nunca les pondría ropa blanca, ¡los niños siempre juegan!

– Pero diles que jueguen más limpio y tranquilo…

– ¿? … ¿Seguro que usted, señora del parque que no conozco pero me juzga y además me ofrece amablemente su opinión gratuita, ha sido madre? ¡Alto ahí, aquí se vive!

…

Haz esto, aquello, así, asá, porque tal y porque cual…

Hay que ver, cómo es que, parece mentira que, debería…

Uish, mira qué pintas, ya podría arreglarse mejor, se le nota la celulitis con ese pantalón, demasiado corta, demasiado larga…

…

Parece que todos somos abogados, fiscales y jueces frustrados, que si no decimos algo a la contra reventamos, y qué fácil es, ¿verdad? Abrir la boca y juzgar.

…

Y normalmente es para malo, o para peor, es raro que pensemos en positivo, en plan… «Qué bonitos ojos, me encanta su falda, qué bien habla con su hijo, este chico es muy bien educado»… Sí, también alabamos, pero párate a hacer una proporción mental de tus críticas destructivas y de tus pensamientos constructivos… Te lo recomiendo, parar conscientemente tus pensamientos negativos o de crítica gratuita y convertirlos en buscar algo positivo en esa persona. Yo suelo obligarme a hacerlo y cuesta, parece mentira…

No me digas que no… Incluso con la mente, juicio de pensamiento, es menos insidioso porque por lo menos no molestas a individuo ajeno con tu paranoia particular, pero en el fondo demuestra que también tú formas parte de la pesa que juzga y prejuzga. A todas horas.

…

No tengo ningún trauma reciente. Lo malo de la crítica es que uno acaba acostumbrándose a ser emisor y receptor constante de críticas…

No, tranquilos, tengo ningún trauma, pero me doy cuenta, como madre, que me pasó el día con el «no» en la boca y haciendo de juez moral de mis hijos. En sus disputas, en sus disgustos, en sus alegrías… «Piensa cómo se siente, qué pensarías si, esto que ha hecho tal está mal porque, esta noticia explica que»… Está claro que les transmito valores, con lo que digo y sobretodo con lo que hago. Y está bien, creo que es mi responsabilidad como madre. Pero hasta dónde e es formación y educación y dónde empieza el adoctrinamiento, la injerencia o la crítica por la crítica… Aspiro a educar hijos respetuosos, amables, críticos -de los que no se quedan en la queja y pasan a la acción-, pero qué duro es no pasarse y pasar de educar en ser crítico a educar para ser criticón.

Y aquí viene la relación con la canción… Yo quiero educar seres vivos y no zombies… Aún estoy impactada de que Dolores O’Riordan haya muerto a los 46. El juicio moral ha empezado. Bipolar, suicidio, drogas… Pero a mí me da igual, era su vida, no la mía, no sé qué le pasaba y no quiero juzgarla. Me quedo con su voz rasgada, su potencia, su presencia, diciéndonos que vamos por la vida mirando a otro lado como muertos vivientes.

Aish… Serán las hormonas, será esta luz grisácea, será que he encontrado esta foto de mi pequeño sucio hasta las cejas y he recordado que la vida va de ensuciarse, de divertirse ensuciándose…

¡Alto ahí, no me juzgues, aquí se vive!

Feliz Viernes Dando la Nota