Querido hijo: que la magia te acompañe

Querido hijo, los dos, cada uno, hoy los Tiós se han ido de viaje hasta el año que viene. Y ahora que la Navidad, Papá Noel, los Reyes Magos y las visitas familiares han acabado, tengo un deseo para vosotros que formular: QUE LA MAGIA TE ACONPAÑE, siempre.

Los Tiós se han ido y solo han dejado con nosotros el de peluche para que lo cuidéis durante el año hasta que despierte de su letargo y deje de ser un peluche normal para ser un Tió que come y bebe y caga caramelos. Se han ido y han dejado una nota de despedida. Y han «cagado» chuches por última vez está Navidad. Bueno, «huevos de dinosaurio» (que vienen a ser conguitos que escondí sobre la campana de la cocina y que con el calor han perdido lustre).

Querido hijo, aún crees que todo es posible.

Crees en troncos y peluches que dejan regalos.

Crees que si tus compañeros de curso dicen que Papá Noel son los padres es porque ellos no lo han visto de verdad como tú, no saben que en realidad es alto, delgado y musculoso.

Crees que los Reyes Magos te cuidan y agradecen que seas bueno.

Crees que la familia puede con todo y te asegura la felicidad.

Crees que los científicos del mundo a los que escribimos un email están trabajando en la pastilla que nos hará inmortales porque no quieres que ninguno de nosotros muera nunca.

Crees.

Que si lo deseas, que si confías, sucede.

Y yo solo deseo que cuando la ilusión navideña se transforme te que quede un poso de magia para siempre en tu vida.

Querido hijo, que la magia te acompañe.

Siempre.

Que te acompañe la capacidad de emocionarte.

La ilusión de recibir regalos. Y de hacerlos.

La capacidad de dar abrazos, y de disfrutarlos.

Que sigas haciendo el payaso y riendo sin límites.

Que leer te emocione la imaginación.

Que vivir sea un reto divertido.

Que la magia te acompañe.


6 respuestas a “Querido hijo: que la magia te acompañe

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