Sigue siendo tú: felicidades #cuarentañera

Querida hermana: ¡bienvenida al grupo de las cuarentañeras! Como siempre ando por delante abriendo camino al más puro estilo «hermana mayor«, te deseo una celebración por todo lo alto. Porque no, el cuatro no es ninguna tragedia. Porque ser cuarentañera está igual de bien que ser veinte-treinta o lo que sea ñera. Lo importante es seguir disfrutando, seguir queriéndose, seguir entregándose a la vida, seguir sonriendo…

Por eso, querida hermana, (no vayas a decirme que nunca te lo digo con esa tragicomedia en que vivís a veces los Géminis instalados), te deseo de todo corazón que sigas… 

Sigue aventurera. Cogiendo la vida por los cuernos, colgándote en el vacío sin miedo al precipicio, confiando que tus amigos -y la cuerda- te sostendrán, disfrutando de las vistas, los paisajes, los viajes, los descubrimientos… Sigue afrontando tus miedos, ¡eso te hace fuerte!

Sigue protestando. Porque todo el mundo tiene derecho a pataleta. Porque siempre se puede mejorar algo. Porque quién es sensible con el mundo que le rodea siente la injusticia en el aire y no puede quedarse callado. Claro que sí, tú protesta, sin entrar en el bucle del victimismo ni en la queja vacía de soluciones (eso nunca, la queja de bar no sirve de mucho más que para autocompadecerse, y a veces ni para eso). Sigue constructiva, sigue luchando por lo que crees.

Sigue flexible. La tozudez forma parte de la perseverancia de la familia. Pero sabes que es necesario saber bajarse del burro, sabes que es necesario dar tu brazo a torcer, admitir errores, pedir perdón, incluso cambiar de opinión. Dí que sí, que flexible uno vive más feliz y que esa es una cualidad que se entrena.

Sigue payasa. Riendo hasta llorar. A carcajadas hasta ponerte como un tomate. Sigue sin vergüenza o disimulando que la tienes sólo por ver a los demás disfrutar. Sigue quitando hierro a la vida, que te la tomas en serio pero sin vivirla a lo serio. Que el espíritu de los payasos te acompañe siempre.

Sigue valiente. Afrontando miedos. Analizando anhelos. Escuchando deseos. Oyéndote.

Sigue en familia. Con sus más y sus menos, pero permanente. En la distancia del tiempo y los kilómetros, pero ahí después de todo. Con sus paellas, sus navidades, sus cumpleaños a destiempo, sus llamadas de teléfono escasas, sus obligaciones y sus recuerdos.

Sigue bonita. Como las personas bonitas, las que están, las que escuchan, las que acompañan, las que sonríen, las que hacen sonreír.

Sigue siendo tú. Hablando en sueños. Enamorada con escepticismo. Hasta las trancas, por carta, por aire, por mar… Con tus altos y bajos, con tus puestas de sol y tus excursiones a caballo o en bicicleta. Con tus planes improvisados. Con tus artes plásticas. Con tus perezas y tus desvelos. Con tus dudas y tus convicciones.

Sigue a caballo. Sigue colgada. Sigue nadando. Sigue a pie. Con cuarenta o con los que sean… Sigue. 


7 respuestas a “Sigue siendo tú: felicidades #cuarentañera

  1. ¡Que gran dedicatoria a una hermana! Yo tengo 38 ahora mismo y tengo una hermana de 34 que hace 36 en julio. Así que me siento un poco identificado con el texto. ¡Cuánto queremos a las hermanas pequeñas! Siempre nos hacen sufrir y preocuparnos y nos gustaría verlas siempre felices, pero hemos de aceptar que siempre no puede ser.

    ¡Un abrazo!

    Le gusta a 1 persona

    1. Me alegra que te haya gustado la dedicatoria. La verdad es que ser la hermana mayor tiene sus momentos, buenos y malos, y seguramente nos cargamos de responsabilidades que no nos corresponden, somos marimandones y sabiondos y a veces nos pasamos de agonías. Pero cuanto amor en los gestos y las palabras no dichas! Gracias por leerme, este texto está un poco dedicado a ti y a los hermanos mayores y las hermanas pequeñas que nos acompañan 🙂

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario