Las otras vidas

A veces vives tan inmerso en tu realidad que no te das cuenta que te cruzas con otras vidas. A veces eres un actor secundario, otras no llegas ni a extra de la película, casi ni a attrezo. Y luego hay millones de vidas más que no tan siquiera intuyes. Y resulta que en todas esas vidas tienes algo que ver, ni que sea porque el aire que todos respiramos es en el fondo el mismo. Cuando la conciencia de toda esta responsabilidad compartida en la vida de los demás me asalta, no puedo más que pensar que deseo ser un actor amable y no el villano de las vidas ajenas. 

Todo esto viene a cuento de una obra. Más bien de una destrucción. Están derrumbando una casa y de pronto se destripan secretos. Como ese papel de pared que alguien escogió una vez. Lo encontró bonito y lo puso para alegrarse los días. O quizá no le gustaba pero era el único que podía comprar para tapar una grieta en la pared. O quizá lo puso por pura envidia imitando a un vecino. Qué secretos esconderá ese papel de pared que ahora se nos muestra desnudo e impúdico? 

Vais a pensar que estoy chalada… Sí, a veces imagino vidas ajenas. Y entonces no puedo evitar sentirme en conexión con las vidas de los otros. No puedo por más que desear ser un actor secundario amable.

Y tú, qué papel tienes en las vidas de los demás? 


4 respuestas a “Las otras vidas

Deja un comentario