Los domingos son de paella y familia. El abuelo cocina -y toda la cocina es para él- y todos juntos comemos avanzada la tarde y alargamos la sobremesa. Los niños en su mesa, los adultos al lado. Vino, arroz, sandía, chocolate, café… Y siesta! Aunque no la eches nunca, la siesta es dominguera. La paella del domingo es una tradición, sin ella el domingo es menos domingo. Hay domingos de paella, de pollo a l’ast si estamos en modo «no me quiero complicar» o domingos de picnic y siesta bajo la sombra del pino. Pero el domingo es invariablemente un día de estar juntos, relajados, de compartir, de disfrutar de placeres simples como la comida y la compañía, un día de esos que luego recuerdas como en pack, «los domingos de paella». Feliz domingo 🙂