En esa estantería antigua, la de siempre, están los álbumes de fotos. Los de tapas de cuero marrón con borde dorado, páginas de cartulina blanca con papel cebolla entre medias… Huelen a recuerdos, a gestos reconocibles, a canela, bosque, lluvia… Las viejas fotos en álbumes antiguos redescubiertos huelen a felicidad.